La autoestima puede desarrollarse convenientemente cuando los adolescentes experimentan positivamente cuatro aspectos o condiciones bien definidas:
a. Vinculación:
Es el resultado de la satisfacción que obtiene el adolescente al establecer vínculos que son importantes para él y que los demás también reconocen como importantes.
Pueden descubrirse problemas de vinculación si el adolescente presenta los siguientes comportamientos
- No puede comunicarse con facilidad, es incapaz de escuchar a los demás y comprender sus puntos de vista.
- Es tímido, tiene pocos o ningún amigo y elude de forma activa las situaciones sociales; es poco consciente de los intereses o necesidades de los demás.
- Habla negativamente de la familia, de su raza o grupo étnico.
- Rara vez o nunca se ofrece para ayudar a los demás.
- No cae bien a sus compañeros.
- Resulta incómodo a los adultos o, por el contrario, intenta captar su atención continuamente.
- Quiere ser siempre el centro de todo y/o constantemente intenta atraer hacia sí la atención de los demás.
- Suele relacionarse más con cosas y animales que con gente; lleva un montón de "porquerías" en el bolsillo y las valora excesivamente.
- Tiene dificultades para expresar sus ideas y sentimientos de manera directa y para pedir lo que necesita.
- Le molesta tocar a los demás o que le toquen.
Con un adolescente que presenta insuficiente vinculación debe relacionarse del siguiente modo:
- Preste atención a su hijo cuando le necesite.
- Demuestre afecto en lo que usted diga o haga. Ç
- Elógiele de manera concreta.
- Demuéstrele su aprobación cuando se relacione bien con los demás.
- Respete sus amistades dándole la oportunidad de que las reciba en casa y demuéstrele que usted las aprueba.
- Comparta sus sentimientos con él, que vea cómo le afectan las cosas.
- Comparta intereses, aficiones y algunas de sus preocupaciones con el adolescente.
- Haga de cuando en cuando algo especial que satisfaga sus intereses o necesidades particulares.
- Pase algún tiempo solo con él, sin que las necesidades de otros miembros de la familia le sirvan de distracción.
b. Singularidad:
Es el resultado del conocimiento y respeto que el adolescente siente por aquellas cualidades o atributos que le hacen especial o diferente, apoyado por el respeto y la aprobación que recibe de los demás por esas cualidades.
El adolescente con escaso sentido de singularidad se expresará de alguna de las siguientes formas:
- Hablará negativamente de sí mismo y de sus logros.
- Se enorgullecerá poco o nada de su apariencia.
- Demostrará poca imaginación y rara vez propondrá ideas originales.
- Hará cosas como se le diga, sin apenas aportar nada de su propia cosecha.
- Se sentirá incómodo cuando se le destaque o se le pregunte en clase.
- Buscará con frecuencia el elogio, pero cuando lo consiga se sentirá confuso y lo negará.
- Hará alardes cuando no sea el momento.
- Se adaptará a las ideas de otros. Sigue pero raramente guía.
- Tenderá a clasificar a los demás de un modo simple, y es probable que sea crítico con sus características personales.
Cómo relacionarse con un adolescente que tiene problemas de singularidad.
- Resalte y reafirme sus dotes y características especiales
- Acepte que su hijo adolescente exprese sus propias ideas, anímele a ello, aunque sean diferentes que las que usted tenga.
- Transmita su aceptación, incluso cuando halla que censurar su comportamiento.
- Descubra aspectos positivos en las ideas o en las conductas no habituales que manifieste, y alábeselos.
- Acepte la experimentación por parte de él con distintos trabajos actividades o ideas.
- Respete sus puntos de vista, su singularidad, intimidad y sus pertenencias.
- Déjele llevar a cabo tareas que supongan responsabilidad, de forma que vaya adquiriendo conocimiento de sus habilidades singulares.
c. Poder:
Es la consecuencia de la disponibilidad de medios, de oportunidades y de capacidad en el adolescente para modificar las circunstancias de su vida de manera significativa. El adolescente podrá obtener una sensación de poder cuando disponga de las oportunidades, recursos y la capacidad de influir sobre su vida de una forma positiva. Cuando esta sensación esté firmemente desarrollada, se acrecentará su autoestima, pero si no dispone de oportunidades para ejercitar este poder y se le niega sistemáticamente, su autoestima se verá disminuida.
El adolescente que no desarrolla una sensación firme de poder suele comportarse de alguna de las siguientes maneras:
- Trata de eludir afrontar las responsabilidades. No hará nada por su cuenta y habrá que recordarle constantemente los deberes que se le han marcado. Se echará atrás en las tareas que supongan para él un reto.
- Presentará habilidades muy limitadas en muchas áreas, las típicas respuestas serán el "no sé cómo" o "eso no sabré hacerlo nunca".
- Actuará con frecuencia dando la sensación de estar descuidado y evitará hacerse cargo de los demás.
- Carecerá de control emocional, continuamente estará de furia, miedo, histeria o incapacidad para enfrentarse a la frustración y ello es indicación una carencia definida de control personal.
- Es excesivamente exigente o terco.
- Tiende a ser siempre el líder, hacer las cosas a su manera. Será inflexible y se negará a discutir opciones y a compartir su autoridad.
Cómo relacionarse con el adolescente que posee una inadecuada sensación de poder
- Estimule su responsabilidad personal.
- Ayúdelo a ser consciente de su propio proceso de toma de decisiones.
- Evalúe su procedimiento para resolver las situaciones problemáticas.
- Reafirme los éxitos que obtenga.
- Respete el grado actual de competencia del adolescente.
- Estimule al adolescente a fijarse objetivos personales, tanto a corto como a largo plazo.
- Reafírmele cuando influya en otros de manera positiva
d. Modelos o pautas:
Son puntos de referencia que dotan al adolescente de los ejemplos adecuados, humanos, filosóficos y prácticos, que le sirven para establecer su escala de valores, sus objetivos, ideales y modales propios.
¿Cómo desarrollar modelos en los adolescentes?. Si durante su proceso de desarrollo el niño no ha tenido suficientes modelos a su disposición, los padres se verán obligados a rellenar esos huecos en la adolescencia. El anhelo natural del adolescente por tener héroes, ideales y sueños servirá de ayuda para proporcionarle un adecuado sentido de los modelos.
Problemas que pueden plantearse con los modelos
- Suele confundirse con facilidad. Malgasta el tiempo en actividades que aparentemente no tienen ningún objeto, o se pueden obsesionar con actividades que no tienen relación con sus obligaciones más inmediatas.
- Se organiza mal, tanto en ideas como en comportamiento. Es desaliñado en su persona y en sus cosas. Suele tener su habitación hecha un desastre.
- Confunde lo bueno y lo malo.
- Le cuesta decidirse a hacer o decir algo.
- Responde a las instrucciones que se le dan de modo confuso o rebelde.
- Se muestra inseguro en los métodos y en los objetivos que elige cuando trabaja en equipo. Solicita continuamente instrucciones y suele insistir en que solo hay una manera de hacer las cosas.
Cómo relacionarse con el adolescente que carece de modelos
- Recuerde que usted es un modelo básico para su hijo adolescente, sea un buen ejemplo, acorde con sus creencias.
- Presente a su hijo aquellas personas a las que usted tiene gran estima, bien mediante el contacto personal, o por medio de obras literarias.
- Ayúdelo a entender bien aquellas cosas en las que cree. Hable con él de su escala de valores. Y si le pregunta el a usted por sus creencias, háblele honradamente.
- Haga que se proponga objetivos de comportamiento y aprendizaje que sean realistas. Que razone los pasos que debe dar para conseguir sus objetivos. Que decida que debe aprender y en que medida debe hacerlo.
- Que afronte las consecuencias de su comportamiento. Deje bien clara la relación causa-efecto en lo que se refiere a su comportamiento y a las consecuencias del mismo.
- Ayúdelo a que entienda como puede realizar sus tareas. Dígale las cosas claras y demuéstreselo si es necesario.
- Haga un esfuerzo para entender las condiciones que influyen en su comportamiento. Comprender no significa aceptar permisivamente conductas destructivas. Intente llegar a decisiones comunes o a normas de comportamiento mediante el intercambio de opiniones.
- Finalmente. escuche, siga atento las conversaciones con su hijo adolescente, no reacciones hasta que él no haya terminado, probablemente aprenda cosas nuevas sobre él y es probable que se dé cuenta que el adolescente se siente más valorado cuando se le escucha atentamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario