20/1/13

LA AUTOESTIMA EN LOS ADOLESCENTES

1. UNA BUENA DOSIS DE AUTOESTIMA 
Una buena dosis de autoestima es uno de los recursos más valiosos de que puede disponer un adolescente. Un adolescente con autoestima aprende más eficazmente, desarrolla relaciones mucho más gratas, está más capacitado para aprovechar las oportunidades que se le presenten, para trabajar productivamente y ser autosuficiente, posee una mayor conciencia del rumbo que sigue. Y lo que es más, si el adolescente termina esta etapa de su vida con una autoestima fuerte y bien desarrollada podrá entrar en la vida adulta con buena parte de los cimientos necesarios para llevar una existencia productiva y satisfactoria. 
Un adolescente con autoestima... 
  • Actuará independientemente 
  • Asumirá sus responsabilidades
  • Afrontará nuevos retos con entusiasmo 
  • Estará orgulloso de sus logros 
  • Demostrará amplitud de emociones y sentimientos 
  • Tolerará bien la frustración 
  • Se sentirá capaz de influir en otros 
La adolescencia es uno de los periodos más críticos para el desarrollo de la autoestima; es la etapa en la que la persona necesita hacerse con una firme identidad, es decir, saberse individuo distinto a los demás, conocer sus posibilidades, su talento y sentirse valioso como persona que avanza hacia un futuro. Son los años en que el niño pasa de la dependencia a la independencia y a la confianza en sus propias fuerzas. Es una época en la que se ponen sobre el tapete no pocas cuestiones básicas; madurez en la vocación, en los planes para ganarse la vida, en el matrimonio, en los principios básicos de la existencia, en la independencia de la familia y en la capacidad para relacionarse con el sexo opuesto. Y a estos aspectos hay que sumar todos aquellos conflictos de la niñez que no se hayan resuelto y que surjan de nuevo, conflictos que habrá que afrontar también. 

2. CRISIS DE IDENTIDAD DEL ADOLESCENTE 

En la "crisis de identidad" de la adolescencia, el joven se cuestiona automáticamente, incluyendo la opinión que de sí mismo ha adquirido en el pasado. Puede rebelarse y rechazar cualquier valoración que le ofrezca otra persona, o puede encontrarse tan confuso e inseguro de sí mismo que no haga más que pedir a los demás aprobación y consejos de todo tipo. Sea cual fuere su aproximación a su nueva identidad, el adolescente pasará inevitablemente por una reorganización crítica de su manera de apreciarse con el consiguiente cambio en su autoestima. 

3. INFLUENCIA DE LA AUTOESTIMA EN LA ADOLESCENCIA 

Una dosis de buena autoestima influye positivamente en la vida cotidiana del adolescente. Refuerza las posibilidades de encarar a la vida adulta logrando: 
  • Que reconozca manifiestamente con qué fuerzas, recursos, intereses y objetivos cuenta. 
  • Relaciones personales efectivas y satisfactorias. 
  • Trace con claridad sus objetivos. 
  • Productividad personal: en casa, en el colegio y en el trabajo. 
Ayudando a los adolescentes a acrecentar su autoestima se pueden estimular situaciones beneficiosas y reforzar así los recursos del adolescente para la vida adulta. Para él es una auténtica necesidad formar su identidad y sentirse bien consigo mismo. Si esa necesidad se satisface a su debido tiempo, entonces podrá seguir adelante y estar listo para asumir la responsabilidad de satisfacer sus necesidades en la vida adulta.

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