20/1/13

PUBERTAD Y PUBESCENCIA


I. LA PUBERTAD 


“El concepto de pubertad, hace referencia al conjunto de cambios biológicos (crecimiento y maduración) que sufre el organismo en cierto momento de su desarrollo,…”[1]. Es decir, la pubertad es el periodo donde se da un crecimiento rápido del cuerpo que le permitirá al niño adquirir las características adultas y este espacio está asociado con el periodo del inicio de la maduración sexual, cuya denominación es pubescencia. Durante el cual, aparecen las características sexuales secundarias y maduran las funciones la hormonales y sexuales para lograr la capacidad de reproducirse. 

1. CONTROL HORMONAL DURANTE LA PUBERTAD 

El hipotálamo y las glándulas pituitarias son estructuras del cerebro que producen y secretan hormonas, que entre otras funciones, controlan el crecimiento y la maduración. En el momento adecuado, estas hormonas disparan incrementos de tamaño y peso y regulan la contextura del cuerpo (tendencia a ser alto o bajo, delgado o gordo, etc.). 

La edad en que los niños comienzan su pubertad varia de niño a niño, generalmente comienza a la edad de 11 años en las niñas y de 12 a 13 años en los varones. La edad exacta depende de factores como la herencia, la nutrición, el sexo y del contexto social donde es criado. En promedio, los niños entran en la pubertad 2 años después que las niñas. En ese momento, la glándula pituitaria y el hipotálamo (glándulas endocrinas) comienzan a enviar nuevas hormonas que emiten los cambios de la pubertad. 

2. PUBERTAD PREMATURA 

Cuando la pubertad comienza antes de los 8 años en las niñas y antes de los 9 años en los varones se considera desarrollo sexual prematuro o pubertad precoz. Esta puede ser completa e incompleta. En la pubertad precoz completa los cambios físicos que ocurren son parecidos a aquellos que se observan en la pubertad normal. En cambio en la pubertad precoz incompleta pueden observarse distintos cambios físicos, pero no ocurre la menstruación u ovulación en las niñas ni la producción de espermatozoides en los niños. Estas características ocurren solas o en combinación y pueden ser: 
  • Desarrollo de los senos en las niñas, denominada telarquia 
  • Desarrollo del vello únicamente púbico, denominada pubarquia 
  • Desarrollo del vello axilar y vello púbico, denominada adrenarquia 
Las niñas que comienzan su pubertad precoz-mente, experimentan períodos de cambios de humor e irritabilidad. Los varones se vuelven agresivos e hiperactivos a diferencia de sus compañeros en lo cuales no ha ocurrido la pubertad. El instinto sexual aflora y comienzan a mostrar gran interés por el sexo opuesto. 

Al estar conscientes de los cambios en sus órganos sexuales y en su cuerpo, muchas veces no se atreven a desvestirse frente a otras personas incluyendo a sus padres.   

Los niños con el desarrollo sexual prematuro completo tienen el mismo desarrollo mental que otros niños de su edad. Ellos pueden presentar la mayoría de los cambios de comportamiento que se observan en el desarrollo sexual normal, aunque los mismos ocurran a una edad temprana. 

2.1. EFECTOS PSICOLÓGICOS DE LA PUBERTAD PREMATURA 

El desarrollo sexual prematuro puede tener efectos sicológicos adversos, tanto en el niño como en sus familiares, particularmente si la condición no se entiende y existen dudas de que el niño y su familia no pueden aclarar. 

La molestia más grande que sienten los niños con esta condición, son las bromas de sus compañeros sobre los cambios físicos que le están ocurriendo. Estas bromas son muy comunes entre las niñas que desarrollan sus senos. 

Se les sugiere a los padres que estén pendientes a las preocupaciones que estos cambios pueden causar en sus hijos y mantengan una comunicación continua y efectiva con ellos. 

Los niños con desarrollo sexual prematuro se pueden sentir solos y pensar que los demás no los aceptan. Por su apariencia física, estos niños se sienten más cómodos con niños de mayor edad, aunque generalmente no están lo suficientemente maduros para ser aceptados por ellos. 

Es muy frecuente que las personas se olvidan que estos niños son más jóvenes de lo que aparentan, como consecuencia los maestros, parientes y vecinos, muchas veces esperan que el niño actúe con una madurez que no va con su edad. Esto puede causarle frustraciones ya que no pueden comportarse como se espera de ellos. 

Los padres de niños con pubertad precoz, son muchas veces criticados por otros adultos por consentir a sus hijos cuando en realidad los están tratando de acuerdo a la edad que tienen y no la que aparentan tener. 

2.2. EL TRATO DE LOS PADRES DE NIÑOS CON PUBERTAD PREMATURA 

En la mayor parte de los niños no se encuentra ningún problema, sin embargo hay diferentes enfermedades que pueden ocasionar estas condiciones. Entre estas enfermedades tenemos desórdenes del sistema nervioso central, hormonales, tumores y otros. 

Es por esto que se recomienda a cada padre que sospeche que su hijo o hija pueda tener alguna manifestación de desarrollo sexual prematuro, que consulte lo antes posible con su médico para así obtener una buena evaluación y orientación. 

La forma como los padres reaccionan ante esta situación determinará cómo los niños la aceptarán. Es natural que los padres se sientan incómodos y preocupados por este desarrollo sexual, pero su interés mayor debe ser ayudar al niño para que entienda esta condición y se acepte a sí mismo. 

Se les debe hablar franca y claramente sobre lo que les está sucediendo y explicar que es un proceso que está ocurriendo antes de lo esperado. 

3. LA PUBERTAD EN LAS NIÑAS 

La pubertad en las niñas, sucede entre los 9 y los 16 años. El inicio de los períodos menstruales (menstruación) es uno de los signos más visibles de la entrada en la pubertad de las niñas. Antes de la llegada de la primera menstruación, la niña pubescente suele experimentar:
  • Crecimiento rápido, con aumento de estatura 
  •  Agrandamiento de las mamas
  • Crecimiento de vello en el pubis, axilas y piernas 
  • Secreciones vaginales claras o blanquecinas 
  • Ensanchamiento de las caderas 
En esta etapa, los ovarios aumentan su producción de estrógeno y demás hormonas, lo que da inicio al ciclo menstrual mensual, donde los períodos menstruales son sólo una parte del ciclo. Las niñas nacen con un órgano donde se desarrolla el bebé (el útero), al lado del cual se encuentran dos glándulas pequeñas (los ovarios), que producen las 'hormonas femeninas' y comienzan a liberar los 'huevos' (óvulos) que están almacenados en los ovarios desde el nacimiento. Aproximadamente en cada mes un ovario libera un óvulo, que viaja a lo largo del conducto que conecta el ovario con el útero denominado trompas de Falopio, durante unos 3 o 4 días, hasta llegar al útero. Durante este tiempo, la capa que recubre al útero (endometrio) comienza a engrosarse, llenándose de sangre y líquidos, de manera que si el óvulo es fertilizado éste pueda crecer en esta capa engrosada para producir un bebé. 

El óvulo puede quedar fertilizado si hay una relación sexual sin protección durante este período de 'fertilidad'. Cuando un espermatozoide (de un hombre) se une a un óvulo (de una mujer) tiene lugar un embarazo. 

Si el óvulo no es fecundado, se disuelve y el endometrio se desprende del útero y drena por la vagina, produciendo la menstruación. Entre los períodos menstruales, puede haber una secreción vaginal clara o blanquecina, la cual es normal. 

Los ciclos menstruales duran cerca de un mes (entre 28 y 32 días). Al principio tienden a ser irregulares, por lo que la niña puede pasar dos meses sin regla o tener dos menstruaciones en un mes, pero con el tiempo esto tiende a regularse. Las niñas pueden llevar un control en un calendario de cuándo tienen el período menstrual y cuánto dura para ayudarse a establecer un patrón y poder predecir cuándo será su próximo período. 

Por lo general, las diferentes fases del ciclo menstrual no son molestas y la mayoría de las niñas no observan problema alguno. Cuando hay calambres, éstos son leves. Los calambres menstruales severos deben ser evaluados por un médico. Sin embargo, puede haber otros cambios cíclicos hormonales y físicos, justo antes o durante el período, que hacen que la niña sienta cambios de humor y emotividad, y puede que se sienta abultada o inflamada. El síndrome premenstrual (SPM) puede comenzar a desarrollarse, sobre todo a medida que la niña crece. 

En las niñas, la madurez física se completa a los 17 años, por lo que cualquier aumento de estatura después de esta edad es poco común. Mientras que la madurez educacional y emocional sigue siendo un proceso continuo. La capacidad de fecundar que a los 12 años puede ya estar presente, antecede a la madurez emocional y si bien puede haber un embarazo, y con frecuencia lo hay, todo esto ocurre antes de que una adolescente esté preparada para la maternidad. 

4. LA PUBERTAD EN LOS NIÑOS 

La pubertad tiende a presentarse en los niños entre los 13 y los 15 años. A diferencia de las niñas, no hay signos visibles que le indiquen al niño que ha entrado en la pubertad, aunque un niño pubescente suele experimentar: 
  • Crecimiento acelerado, sobre todo de estatura. 
  • Cambios en la voz.
  • Aumento del ancho de los hombros.
  • Crecimiento del pene y los testículos. 
  • Crecimiento de vello en el pubis, las axilas y barba.
  • Eyaculaciones durante la noche (emisiones nocturnas o sueños húmedos). 
A diferencia de los ovarios, su equivalente femenino; en el caso de los varones, los testículos fabrican espermatozoides en forma constante y continuo, a través de un proceso que se llama espermatogénesis. 

Un volumen suficiente de espermatozoides puede ser almacenado durante periodos más o menos cortos, en una estructura denominado ámpula, la misma que se conecta entre el epidídimo y el conducto eferente. 

Como parte de un proceso fisiológico normal, los espermatozoides deben ser liberados cada cierto tiempo, para poder dar cabida a los espermatozoides recién fabricados. Esto ocurre de forma automática durante el sueño y es lo que se conoce como emisión nocturna o “sueños húmedos” o después de una masturbación o una relación sexual. Las emisiones nocturnas pueden ser una preocupación común para los varones jóvenes que están entrando en la pubertad, por lo que se les debe informar que son una parte normal del proceso de maduración. 

4.1. ETAPAS DE LA PUBERTAD EN LOS NIÑOS: Hay 5 etapas 
  1. El período prepuberal: Está etapa se caracteriza por la aparición del vello púbico, suave y parecido al vello del abdomen. 
  2. El agrandamiento del escroto y los testículos: Durante esta etapa, ocurre el agrandamiento del testículo y está acompañado de un enrojecimiento y formación de pliegues en la piel del escroto. También, aparece el primer vello púbico grueso. 
  3. El agrandamiento del pene: Durante este periodo sucede el agrandamiento del pene, principalmente en longitud, aunque pueden haber pequeños cambios en el grosor del tronco. El vello púbico aumenta en cantidad, comienza a enroscarse y su textura se vuelve más gruesa. 
  4. El agrandamiento del glande: Estos cambios continúan con el agrandamiento del glande del pene, acompañados, con un engrosamiento del vello del área púbica. 
  5. La finalización de la maduración sexual: El pene, el escroto y los testículos están totalmente maduros y tienen un tamaño adulto. El vello púbico cubre toda esta área, extendiéndose desde la superficie de los muslos hasta al abdomen. El aumento en el vello corporal, los cambios de voz y los demás cambios físicos son lo que se conoce como las características sexuales secundarias de la pubertad y son consecuencias de los cambios en los niveles hormonales en el organismo del individuo.



[1]  Ps. Luis Alberto Yarleque Chocas, Psicología Educativa I , UNCP, Huancayo, Perú, 1998, Pág. 98.

LA ADOLESCENCIA, CAMBIOS, FASES Y CARACTERÍSTICAS

1. LA ADOLESCENCIA 

La adolescencia, es el conjunto de cambios psicológicos y sociales que sufre el individuo al pasar a la edad adulta, este tiempo comprende entre los 13 y los 19 años, el comienzo de la maduración sexual (pubertad) y la edad adulta. Es un tiempo de maduración psicológica y de comenzar a adoptar un comportamiento de adulto. 

El adolescente experimenta cambios en el crecimiento emocional, psicológico, social y mental. Al finalizar este período, se espera que los individuos sean capaces de comportarse y responder con madurez. 

Sin embargo, el adolescente se enfrenta durante esta etapa a una compleja sucesión de dificultades relacionadas a su evolución conjunta como ser humano. En ella, debe de satisfacer su sexualidad adecuándose a los cambiantes sentimientos sexuales de su edad, eligiendo cómo participar en las diversas clases de actividad sexual, descubriendo la manera de identificar el amor y asimilando los necesarios conocimientos para impedir que se produzca un embarazo no deseado. Como producto de ese desenvolvimiento, en ocasiones el adolescente es víctima de conflictos, sufrimientos y confusiones. 

Por otro lado, la adolescencia también es una etapa de descubrimientos y manifestaciones; una época en que la maduración intelectual y emocional corre paralela con el desarrollo físico y genera una independencia y un progresivo apasionamiento vital. La adolescencia no es únicamente un periodo de turbulencia y agitación, como perciben las concepciones tradicionales, sino que, a la vez, suele ser una fase de goce y felicidad que marca el tránsito agitado y tumultuoso al estado adulto La naturaleza paradójica de la adolescencia se patentiza sobre todo en la esfera de la sexualidad. A consecuencia de estos cambios, los jóvenes tienen ciertos planteamientos sobre su cuerpo y su persona, sobre todo en las mujeres, que se preguntan si serán atractivas o feas. Surge entonces la importancia de los demás, qué van a pensar los compañeros, cómo lo van a mirar, etc. 

El hecho de que se tornen agresivos y molestos con los adultos es normal y se debe a que internamente viven una lucha por encontrar un lugar en la sociedad. Sexualmente experimentan un duelo con las fantasías sexuales infantiles, la pérdida de su infancia genera sentimientos desencontrados que generalmente derivan en la depresión. 

El adolescente, por una parte desea la libertad y autonomía del adulto, y por otra añora la irresponsabilidad de la infancia. Se resiste a abandonar la tranquilidad y la visión lúdica del mundo infantil que deja atrás y, al mismo tiempo, tiene prisa por abandonar a todo ello y ser tratado como un adulto. 

El adolescente irá intentando formar su propia identidad y para ello suele buscar ídolos y modelos con los cuales poder identificarse. Es importante que el adulto, sobre todo los padres, tengan presente que el adolescente necesita ver hechos y no palabras, serán las acciones lo que le muestren el camino y le incentiven en la identificación. 

La contradicción del adolescente surge a partir de esta necesidad, por un lado buscan la libertad, la separación con sus padres, y por el otro lado piden límites al rebelarse contra los mayores. 

Su sexualidad vivirá también esta paradoja: por un lado los valores morales en los que fue educado y al mismo tiempo las ganas de vivir el placer, de satisfacer el gusto. La mejor forma de ayudarlo a crecer es dejándolo pasar la etapa y conociendo las reacciones así como sus necesidades. La rebeldía será inevitable, por lo tanto no conviene ser más estrictos de lo normal, lo que menos quiere el adolescente es que continúen tratándolo como un niño, sino que lo entiendan como un ser que todavía no encuentra su lugar. Por eso, el camino básico que los padres han de seguir es el de la comprensión, con el debido respeto y cariño que merecen cada uno de los adolescentes. 

2. LOS CAMBIOS QUE OCURREN EN LA ADOLESCENCIA 

Durante la adolescencia se producen cambios espectaculares, rápidos y notables, entre ellas figuran los cambios físicos que ponen punto de inicio a la capacidad de la reproducción. 

Se produce además una maduración de las funciones cognoscitivas, adquiriendo el individuo una nueva capacidad para pensar de manera lógica, conceptual y con visión de futuro sucediendo al mismo tiempo un desarrollo psicosocial que permite al adolescente una mejor comprensión de uno mismo en relación a los demás. Entre los cambios generales que se producen en los adolescentes de ambos sexos abarcan: 

2.1. CAMBIOS BIOLÓGICOS. 
  • Aparece el incrementos repentinos de estatura y peso 
  • Se transforma el desarrollo hormonal y se inician las funciones reproductivas. 
  • Comienza el desarrollo de características sexuales secundarias (apariencia de hombre o mujer adulto) y se acentúa el interés sexual (impulso sexual). 
  • En las niñas, los ovarios comienzan a incrementar la producción de estrógeno y otras hormonas femeninas 
  • En los niños, los testículos crecen y aumentan la producción de testosterona.
  • Las glándulas sudoríparas se vuelven más activas y el contenido del sudor es diferente al de un niño pequeño (comienza a desarrollar cierto olor). 
  • Las glándulas sebáceas también se vuelven más activas y puede aparecer el acné. 
2.2. CAMBIOS PSICOLÓGICOS. 
  • A partir de la pubertad, las niñas y los niños sufren cambios afectivos: El niño que privilegiaba cariño hacia sus padres y los adultos en general, dentro de una relación vertical, ahora tiende a buscar la horizontalidad en sus relaciones con compañeros y amigos. 
  • Aparece la necesidad de la higiene personal y es natural que, tanto niñas como niños que se preocupen por bañarse con regularidad y le presten atención a los demás aspectos de una buena higiene. 
  • El adolescente comienza a darse cuenta que el desodorante o antitranspirante para las axilas es una necesidad. 
  • Reacciones emocionales se hacen inestables, hay retracción, timidez, inseguridad, mal humor.
  • Con frecuencia requieren del afecto y reconocimiento. 
  • Comienza la búsqueda de identidad propia, las cuales le permitirá desarrollar su personalidad. Con mucha frecuencia reflexionan e imitan a modelos externos. 
  • Aumentan la capacidad de abstracción de ideas, de hacer un juicio de análisis crítico y se interesan por conocer la verdad. Ello, los ayudará a desarrollar la madurez intelectual. 
  • El desarrollo de la voluntad queda bastante debilitada por las severas crisis que experimenta. 
  • La mayoría de los adolescentes están más pendientes de su apariencia física que de cualquier otro aspecto, y muchos no están satisfechos con su imagen. Los adultos no debemos menospreciar sus sentimientos ante su apariencia física, ya que estos pueden perdurar durante mucho tiempo. 
  • La apariencia de los adolescentes es importante para su vida social, lo que a su vez, lo es para su autoestima. La búsqueda del atractivo físico a veces puede llevar a desórdenes alimenticios. 
2.3. CAMBIOS SOCIALES. 
  • Se producen roces continuos en las relaciones familiares, cuando los adolescentes se aíslan se rebelan e incluso fugan. Cuestionan los valores, las actitudes y las conductas de los padres. A razón de esto se alteran muchas veces las relaciones familiares. 
  • El adolescente siente gran necesidad de aceptación y reconocimiento dentro de su grupo. La amistad es lo más importante para ellos. El grupo influye fuertemente en el adolescente, sea positiva o negativamente. 
  • Asimila fuertemente los valores del medio que lo rodea. Critican agudamente a los demás, especialmente a los mayores. Es muy sensible cuando se dice una cosa y se vive otra. 
3. LAS FASES DE LA ADOLESCENCIA 
3.1. ADOLESCENCIA TEMPRANA: (l0 - 13 años) 

En esta etapa el pensamiento se extiende a cosas concretas, con fines muy inmediatos. La separación de los padres apenas comienza, con una actitud rebelde, pero sí un efectivo alejamiento interno. 

Las amistades son fundamentalmente del mismo sexo. Se apega al grupo con un tímido avance hacia el sexo opuesto. La religiosidad a veces se exacerba, otras se apaga, pero siempre esta ligada a los puntos de vista familiar. 

Muy a frecuente presentan las manifestaciones de mal genio, las populares berrinches muchas veces son abiertamente dirigidas a los padres. En algunos casos estas manifestaciones pueden convertirse en conductas antisociales y facinerosas. Si estas acciones son ocasionales, no implican necesariamente posteriores trastornos psicopatológicos. 

En otros casos, los cambios emocionales se vuelven en una retirada pasiva de los intereses o actividades normales, encerrándose el chico o la chica en sí mismo, recluyéndose en su habitación y presentando síntomas claros o disfrazados de la depresión. 

3.2. ADOLESCENCIA MEDIA: (14 - 16 años) 

Es la fase donde la separación de la familia comienza a hacerse más real. La búsqueda de amigos es más selectiva y pasa de las actividades de grupo a otras de pareja. Busca diversas alternativas en cuanto a parejas, actividades y puntos de vista. 

Piensa de forma más abstracta y juega con ideas y pensamientos filosóficos. La preocupación por los cambios físicos, es reemplazada por una pujante atención en la realidad interpersonal y en las ideas propias y de los demás. 

3.3. ADOLESCENCIA TARDÍA: (17 años a los 19) 

Surgen relaciones interpersonales estables, con aproximación física y a veces con contacto sexual. 

Tanto en el plano biológico como en el psicológico existe en esta fase una mayor capacidad de compromiso. Logran desarrollar una identidad y una autoimagen más estable. 

En el plano cognitivo, la capacidad de abstraer permite planificar el futuro y preocuparse por el estudio, el trabajo, su vida en pareja, etc. Las relaciones con la familia se tornan a ser más significativos, con una visión menos crítica y una actitud menos beligerante hacia los padres.


MADURACIÓN SEXUAL EN LA ADOLESCENCIA


PREOCUPACIONES MÁS COMUNES EN LAS ADOLESCENTES 
  1. SOBRE LA LLEGADA DE LA MENSTRUACIÓN 
El fenómeno que diferencia a las adolescentes de ser aún niñas, es la aparición de la menstruación. La menstruación es una vivencia totalmente nueva y llena de significado para las adolescentes. Muchas de ellas no saben qué esperan de éste fenómeno e ignoran cuáles son las manifestaciones menstruales normales o cuáles son patológicas y, al mismo tiempo, se hacen muchas interrogantes al respecto. 

El promedio de la edad de la menarquía (la aparición de la menstruación), es a los 12 años y medio, con unas posibilidades de variación que oscilan entre los 9 y 16 años. 

La menarquía acostumbra a tener lugar dos años después de iniciarse el desarrollo mamario y al año del crecimiento puberal. Las primeras reglas suelen ser anovulatorias, es decir, que ocurren a pesar de que los ovarios no liberan un óvulo en la trompa de Falopio. Las hormonas sexuales se producen en el ovario aun en ausencia de la ovulación y dichas hormonas actúan sobre el endometrio (la superficie carnosa que cubre el interior del útero) produciendo un incremento de su grosor. El endometrio se prepara para una posible concepción. Si no hay embarazo, se desprenderán pedazos del endometrio que serán expulsados por la vagina, y se manifiestan en forma de leves manchas de sangre o como sangrado intenso y prolongado. 

La ovulación habitualmente comienza dentro del año de producirse la menarquía, pero no se dará todos los meses hasta uno o dos años después, que es cuando los ciclos menstruales se harán más predecibles. Es bueno que las adolescentes aprendan a evaluar su propia regla, para lo cual es muy útil anotarla en un calendario. El ciclo se mide desde el primer día del período al primer día del siguiente. La duración oscila entre los 21 y 45 días, pero para cada persona en particular la longitud del ciclo menstrual tiende a ser constante. El flujo menstrual dura de dos a siete días (No debe durar más de 8 - 10 días), siendo más pronunciado en los dos primeros días. 

2. SOBRE LOS TRASTORNOS DE LA MENSTRUACIÓN 

En la vida de las adolescentes, todo un universo de experiencias gira alrededor de la menstruación. Muchas de ellas se sienten angustiadas y deprimidas por el dolor que las ocasiona (dismenorrea), otras veces se asustan por la volumen de sangre que pierden (sangrado uterino) o también se sienten ansiosas por su ausencia o desaparición (amenorrea). 

La menstruación dolorosa es un problema médico más común durante la adolescencia. Por ello, es necesario que sean atendidos por un ginecólogo a fin de que puedan aliviar el dolor a través de un medicamento. 

3. SOBRE EL DESARROLLO DE LOS PECHOS 

El primer signo evidente del inicio de la pubertad es la aparición del botón mamario en las niñas entre los 8 y 13 años, aproximadamente; la cual dará lugar a las mamas en la mujer adulta. Este desarrollo sella un hito en la vida de la mujer. Su aceptación o rechazo al espectacular cambio anatómico dependerá de su personalidad y estilo. Así, podrá estar satisfecha y sentirse atractiva o experimentará cierta vergüenza y tratará de ocultar sus pechos. 

Es frecuente que las chicas noten que los varones comienzan a mirarlas y eso les produce mucha angustia. En estas circunstancias es normal que las adolescentes se sientan aturdidas por el desarrollo mamario, la que les obligará andar con una posición curvada de la columna vertebral (cifosis dorsal) con los hombros llevados hacia delante. 

Otras se preocuparán por anormalidades reales o imaginarias de sus senos y muchas tendrán temor al cáncer de mama. Por ello, es necesario que tenga fluidez de comunicarse y expresar sus preocupaciones ante sus padres. 

Otras preocupaciones sobre el desarrollo de los pechos son, como afirma la Psicóloga María José Gonzáles; “Los pechos se desarrollan de acuerdo con los estadios de Tanner y la asimetría es la norma, especialmente durante el crecimiento mamario rápido. Los trastornos mamarios más habituales durante la adolescencia consisten en el dolor mamario (mastalgia), las anomalías de forma, como el tamaño gigante, los bultos sospechosos (tumores) y las descargas por el pezón”. 

“El dolor de los pechos se aprecia varios días antes de la menstruación. Se puede controlar utilizando durante el día un sostén con base firme y una sujeción similar durante la noche. En casos más severos, la medicación antiinflamatoria u hormonal cumple su objetivo. Es importante que la jovencita sepa que la mastalgia, aunque sea molesta y aparezca reiteradamente, es inofensiva”[1]

LAS PREOCUPACIONES MÁS COMUNES EN LOS ADOLESCENTES 
  1. SOBRE LA FORMA Y TAMAÑO DEL PENE 
Una pregunta frecuente que se hacen los adolescentes varones es sobre el tamaño y forma de su pene. Esta interrogante está directamente relacionada con el nivel de autoconcepto y las inseguridades personales del adolescente y no con la realidad anatómica de esta fracción corporal. 

Los problemas de carácter clínico que se presentan en los varones son: infamación del glande del pene (balanitis), el conducto de la uretra no desemboca en la punta del glande (el hipospadias), inflamación de la uretra (la uretritis), aparición de sangre en el semen (la hematospermia), erección totalmente involuntaria persistente y dolorosa (el priapismo), la fimosis, la parafimosis, la circuncisión, etc. 

2. SOBRE EL TESTÍCULO 

En cuanto a los testículos, también existen diversos problemas de carácter clínico, como: la torsión testicular, traumatismos testiculares, venas varicosas del escroto (varicocele), acumulación de líquido entre las membranas que recubren el testículo (el hidrocele), criptorquidia, cáncer de testículo, etc. 

3. PROBLEMAS DE MADURACIÓN SEXUAL ADOLESCENTE 

La madurez es el resultado de educar la autonomía, entendido como el desarrollo de las propias capacidades y la superación de las limitaciones personales. 

La maduración sexual hace que el adolescente se convierta en un adulto. Esa maduración le permitirá a que tenga la capacidad de manejar su personalidad de manera responsable y disciplinada. Le capacitará para tomar decisiones de calidad, afrontar los problemas y relacionarse con los que le rodean de un modo satisfactorio. 

Los adolescentes experimentan un doble conflicto, por un lado desean encontrar su identidad individual para diferenciarse de los otros y por otro lado sentirse tan igual a los demás muchachos y estar con ellos. Por eso, algo o alguien que le aparte del grupo es muy perturbador para el adolescente. Esto fenómeno se ve en adolescentes que experimentan la pubertad mucho más temprano o mucho más tarde que la mayoría de sus amigos. 

Una maduración sexual temprana o tardía, presenta para los adolescentes, ventajas y desventajas. La presencia de estas ventajas y desventajas, algunas veces son más definidas y otras veces menos definidas. 
  1. LA MADURACIÓN TEMPRANA O TARDÍA EN LAS NIÑAS. 
Algunos de los problemas de la maduración temprana en niñas originan sentimientos de distinción, ya que son más grandes que muchos chicos de su edad y con más busto que otras niñas. Atravesar por este proceso les dará una experiencia valiosa para afrontar los problemas en etapas posteriores. 

Ante la idiosincrasia establecida sobre los modelos de delgadez en nuestra sociedad, con gran frecuencia, las niñas que maduran más temprano no se sienten satisfechas con sus nuevas formas curvilíneas. Muchas veces reaccionan con gran contrariedad frente a las preocupaciones que sus padres y profesores manifiestan, al verles con cuerpos físicamente más maduros y las traten de forma más estricta por preocuparles la sexualidad. 

Sin embargo, es difícil generalizar los efectos de la pubertad precoz, dependerá en gran medida que tenga la adolescente y la gente que lo rodea. Durante esta etapa, los adultos deben tener actitudes más ser sensibles al impacto de los cambios que ocurren en las niñas, para ayudarlas tan positivamente como sea posible. 

Las que maduran más tarde, pueden beneficiarse del período más largo de la niñez, ello les permitirá asumir la adolescencia con mayor cautela. 

2. MADURACIÓN TEMPRANA O TARDÍA EN LOS NIÑOS 

Por un lado los que maduran más temprano parecen tener ventajas. Son diestros en los deportes, más fuertes y pueden tener una imagen más favorable de su cuerpo. 

Sin embargo, tienen muy poco tiempo para prepararse para los cambios de la adolescencia; a veces tienen algunos problemas para vivir satisfechos con las expectativas de las personas que le rodean, ya que deberían actuar de forma tan madura como parecen. 

Los que maduran más tarde se sienten y actúan de manera más infantil y benefician del período más largo de la niñez. Cuando no tienen necesidades nuevas y diferentes llegan a ser más flexibles al adaptarse a los problemas que se presenta durante la adolescencia. 

[1] María José González, Licenciada en Psicología,

IDENTIDAD SEXUAL EN LA ADOLESCENCIA


1. LA IDENTIDAD SEXUAL ADOLESCENTE 

La identidad sexual permite al adolescente es aclarar quién es él o ella, y cuál ha de ser su papel en la sociedad. 

El peligro que acarrea esta edad es la producción del YO. Durante este proceso, los adolescentes se sienten confundidos, cuando su cuerpo cambia tan rápidamente de tamaño y forma; cuando sus genitales al madurar inundan su cuerpo; cuando llega a su pensamiento la imaginación de deseos prohibidos y cuando la vida adulta transcurre delante de él o ella, con tan gran diversidad de posibilidades y de opciones en contradicción. 

En el marco de este complicado proceso, los adolescentes construyen su identidad sexual, acertada o equivocadamente, y comenzarán luego, hacer frente a la vida. Ello determinará sus sentimientos de saber a donde va y la seguridad interior de quién es y de quiénes cuentan para proporcionarles reconocimiento. 

Para que el adolescente se convierta verdaderamente en adulto, y no únicamente en un individuo maduro físicamente, tiene que alcanzar gradualmente la independencia respecto a su familia, ajustarse a su maduración social, establecer relaciones viables y de cooperación con sus compañeros, sin ser dominado por ellos, y decidir cuál será su vocación y de prepararse para cumplirla. 

Durante la adolescencia se forma la filosofía de la vida; se edifican el conjunto de normas y creencias morales orientadoras, las que prestan algún orden y solidez a las múltiples decisiones que tomarán los adolescentes en un mundo heterogéneo, cambiante, y muchas veces caótico. 

Todos, en última instancia se enfrentan a la necesidad de ganarse la vida y de abrirse camino como miembros independientes de la sociedad, desde su identidad masculina o femenina. La búsqueda de la identidad sexual, es más problemático para el varón que para la mujer, a razón de ella, asumirán y actuarán como un ser sexual y sexuado. 

Las dificultades que se presentan en el proceso de afirmación y autoreconocimiento de identidad de un muchacho, son de carácter biológico, psicológico y sociocultural; las que se sustentan en las siguientes hipótesis. 
  • Las hipótesis biológicas, sostienen que el desarrollo psicosexual masculino es mucho más complejo y delicado que el femenino. 
  • Las hipótesis psicológicas, explican que los adolescentes varones experimentan mayores dificultades en alcanzar su identidad sexual que las mujeres, debido a que la identificación se orienta con una trayectoria más directo y continuista del modelo materno; es decir, el motivo de atracción amorosa inicial que fue construida frente a la madre y que mantuvo aproximadamente hasta el tercer año de vida, ahora tiene que abandonar, para luego “desviarse” e identificarse con el modelo parental que le corresponde al padre; dicha experiencia le ocasiona gran conflicto y coacción. 
  • Las hipótesis sociocultural, sostiene que en nuestra sociedad moderna el ambiente donde vive el adolescente es el que incide con excesiva estimación a los papeles masculinos, valorando las conductas machistas y despreciando cualquier rasgo o atributo del comportamiento del varón que pueda considerarse femenino. A los chicos se les reprime conductas no viriles como pueden ser los juegos demasiados pacíficos o con muñecas y se les enseña con excesiva frecuencia patrones como no llorar o no tocar a sus compañeros. Esta represión y esta falta de naturalidad, le provocan diversos trastornos. 
En cambio, la formación de las chicas, al ser más permisiva en estos modelos de conducta, junto con su evolución más completa, van entendiendo el sexo de una manera más rica, relacionada con los afectos y las emociones, de forma más ampliamente erógena y no expresamente genitalizada. En conjunto, ello, hace que haya menos perversiones y confusiones sexuales en la edad adulta. 

2. ORIENTACIÓN SEXUAL ADOLESCENTE 

La orientación sexual es la atracción emocional, romántica, sexual o afectiva a otra persona, siempre que perdure en el tiempo. es decir, son los sentimientos y conceptos que la persona tiene de uno mismo frente a los demás. Todas las personas tienen una determinada orientación sexual. 

“Según la Asociación Estadounidense de Psicología, la orientación sexual va desde la homosexualidad exclusiva hasta la heterosexualidad exclusiva, e incluye varias formas de bisexualidad”.[1]

Existen varias teorías acerca del origen de la orientación sexual de una persona. La mayoría de los estudiosos concuerdan en que se trataría del resultado de una interacción compleja de factores ambientales, cognitivos y biológicos, para que la orientación ya se vislumbre en las personas a una edad temprana. No quedan excluidos factores como los genéticos y hormonales. 

Es importante también darse cuenta de que los seres humanos no elegimos nuestra orientación sexual. Ni siquiera necesitamos tener una experiencia sexual alguna para que, una vez llegando a la adolescencia, florezcan nuestras preferencias. Esto significa que no las podemos cambiar. No hay terapia que ayude a cambiar nuestra orientación sexual, por más que nos pese. 

A continuación ilustraremos de manera sucinta orientaciones sexuales más relevantes que se vislumbran durante la adolescencia: 

2.1. EL CHICO AFEMINADO 

Ante las posibles ambigüedades durante la evolución sexual de los adolescentes hay que ser muy cautos en etiquetar una correcta inclinación sexual. 

Un inadecuado acompañamiento por parte de los padres y las personas del entorno del o la adolescente, les permitirá optar una incorrecta inclinación sexual. Una de estas orientaciones sexuales puede ser, en el caso de los varones, la actitud afeminado. 

Utilizaremos el calificativo “prehomosexual” (este concepto no tiene rigor científico) para agrupar a todas las conductas sexuales extrañas del niño afeminado, por considerar que esa será la orientación evolutiva que más frecuentemente experimentará en su futura conducta sexual. 

Se considera que un chico es afeminado cuando ha presentado en su niñez estos rasgos de comportamiento: 
  • Preferencia y especial simpatía por actividades más estacionarias en lugar de otras más violentas y agresivas, más afines a la tradicional conducta femenina. 
  • Especial sensibilidad ante la percepción de la belleza física por parte de los adultos que suelen comportarse ante el niño como si se tratara de una niña. 
  • Animación y estímulo por parte de la familia, durante la primera infancia, hacia la manifestación de conductas específicamente femeninas (o desánimo y desaliento ante los comportamientos masculinos en esa misma etapa). 
  • Ser vestidos o tratados como una niña durante la primera infancia, que serán modelos claves para la propia identificación sexual. 
  • Ausencia de un hermano mayor, con una actitud claramente masculina que pueda servir de modelo con el que identificarse el niño en los primeros años de su vida, o la presencia simultánea de actitudes de rechazo por parte del padre. 
Las actitudes y comportamientos afeminados de los niños son etiquetados antes de los dos años o entre los dos y los cuatro primeros años de vida. 

Las madres de estos niños, han generado frecuentes actitudes de sobreprotección, indiferencia, atención excesiva o alabanza exagerada de determinados rasgos que sirven para la identificación de la belleza física. 

Los padres han generado frecuentes actitudes de indiferencia, ausencia de interacción con el hijo o rechazo encubierto y manifiesto. 

En casos excepcionales, la ciencia ha demostrado que las características familiares no son distinguibles, explicando la actitud afeminado como un fenómeno individual de origen genético-biológico. 

2.2. LA CHICA MARIMACHO 

Para definir a una jovencita de actitud marimacho tiene que haber manifestado en su niñez los siguientes comportamientos: 
  • Haber expresado en más de una ocasión su deseo de ser niño. 
  • Relacionarse con un grupo de compañeros en el que al menos el 50% son varones.
  • Mostrar preferencias por vestir prendas tradicionalmente consideradas como masculinas, a la vez que rechaza prendas convencionalmente consideradas como femeninas. 
  • Pérdida de interés para jugar con muñecas.
  • Mostrar una clara preferencia por los papeles masculinos, especialmente por aquellos de tipo deportivo, que exigen un gran vigor y un importante compromiso. 
  • Manifestar un interés muy superior al de sus compañeros de igual edad por dar volteretas revolcarse por el suelo y otras actividades recreativas. 
2.3 EL HOMOSEXUAL 

Se define a este tipo de orientación sexual como la preferencia erótica incluyendo fantasías y experiencias por personas del mismo sexo, con disminución del interés erótico hacia las personas del sexo opuesto. 

La conducta homosexual existe en mayor o menor grado, en casi todas las culturas y casi todos los individuos han experimentado a alguna medida una conducta homosexual y que luego han superado. 

El proceso que siguen los individuos para alcanzar la identidad homosexual está constituido por cuatro etapas, aunque dichos estadios no están perfectamente determinados, pudiendo ocultarse e incluso, experimentar regresiones: 
  1. Sensibilización: El niño o preadolescente tiene algún tipo de percepción diferente, mientras se va enterando de las opiniones que la sociedad manifiesta sobre la homosexualidad. 
  2. Confusión de identidad: Ocurre en la etapa inicial de la adolescencia y se asocia a sentimientos de rechazo hacia las opiniones de la sociedad sobre la homosexualidad. Es el estadio más largo y el que implica más dificultades. La confusión sobre la propia identidad puede ser causa de trastorno psicopatológico. La respuesta a esta confusión puede ser muy diversa y adoptar distintas actitudes:
  • Niegan o rechazan los pensamientos y acciones homosexuales. 
  • Tratan de reparar su actitud o intentan “curarse” del defecto. 
  • Evaden y evitan situaciones que puedan comprometerle, (es la respuesta más común).
  • Se inhiben frente a intereses o conductas asociadas a la homosexualidad  
  • Presentan actitudes y acciones antihomosexuales. 
  • Tratan de inmiscuirse en actos heterosexuales como intento de “cura” 
  • Comienzan abusar de sustancias alucinógenas 
  • Tratan de redefinir su conducta hacia líneas más convencionales y aparentemente más aceptables para la tranquilidad de si mismo 
  • Aceptan del homoerotismo y solicitan información exhaustiva sobre su caso.
3.Pasión de la identidad. El adolescente, ya en una etapa posterior, identificado como “gay” comienza a considerar la homosexualidad como una opción de estilo de vida y puede participar activamente en colectivos homosexuales. Sin embargo, este estadio a veces no se alcanza hasta la edad adulta. 
4. Compromiso: La persona se siente satisfecha con su situación, aceptándose y deseando no cambiar su identidad sexual. 

Rara vez los padres descubren la homosexualidad de un hijo durante la adolescencia debido a que los jóvenes homosexuales “se cuidan” de no ser detectados 

Cuando sucede esto, los padres tienden a negar tal posibilidad y reaccionan ante la noticia con dolor, desilusión, preocupación; incluso en casos extremos, manifiesta ira y rechazo; todos los que los rodean no logran asimilar de inmediato. Generalmente cuando la homosexualidad es descubierta ocasiona un “escándalo” familiar o se descubre cuando el homosexual padece ya alguna enfermedad (SIDA). 

El Comité de Adolescencia de la American Academy of Pediatrics (Academia Americana de Pediatría), presentó en l983, cuatro afirmaciones basadas en los conocimientos científicos alcanzados sobre la homosexualidad durante los años de la adolescencia: 
“Muchos adolescentes experimentan algún tipo de conducta homosexual. Dentro de ésta se encuentran tocamientos corporales., genitales o masturbación mutua. En la mayoría de los casos estos contactos no predisponen a una homosexualidad posterior obligada, sino que constituye una conducta exploratoria común en la evolución hacia el desarrollo heterosexual convencional”. 
“Las características homosexuales se establecen antes de la adolescencia. Aunque muchos niños no participan en un juego homosexual evidente durante la infancia, un estado psicológico autoconsciente existe con frecuencia en la época previa a la adolescencia”. 
“Algunos adolescentes con orientación heterosexual previa pueden verse implicados en actividades homosexuales si las circunstancias refuerzan esta conducta o si las alternativas heterosexuales no están presentes. Este hecho se conoce con el nombre de homosexualidad facultativa. La mayoría de estos jóvenes volverán a su condición de heterosexualidad cuando cambie la situación”. 
“La mayoría de las conductas no deberían señalarse exclusivamente como femeninas o viriles. Existen más conductas comunes a los adolescentes varones y mujeres que las que diferencian entre los dos sexos”.[2]

[1] Laura Viand
 [2] Informe del Comité de Adolescencia de la American Academy of Pediatrics , l983.


CARACTERISTICAS Y CONDUCTAS MÁS COMUNES EN LA ADOLECENCIA

1. EL ANSIA POR SALIR 


Los adolescentes, consideran a la oscuridad de la noche, como uno de los encantos de la libertad. Sienten la ilusión de que la noche es suya, de que les pertenece personalmente, de que en el mundo nocturno solo están ellos, sin adultos, y sin su odioso control. 

Estar en la adolescencia significa para ellos, conquistar el derecho a dominar la hora de volver a casa. Cada vez que aumenta más su edad, tratarán de pasar la noche fuera de casa. Eso es el privilegio máximo de que los adolescentes anhelan, aparte de las fiestas institucionalizadas a donde puedan acudir fácilmente. Cualquier motivo les permitirá reunirse entre adolescentes y armar una buena distracción entre la semana: cumpleaños, mitad de curso, final de curso, despedida de soltero, inicio del servicio militar, conciertos, etc., así como el de los obligados fines de semana, que a menudo comienzan el viernes por la noche. 

Reunirse en pandilla es su búsqueda principal y en ella tratan de desinhibirse lo más posible con el efecto de la noche, el alcohol, el cigarro, el ruido, la velocidad, etc. 

Sin embargo, esa búsqueda del grupo y ese intento de desinhibirse, hoy se ha convertido en el problema social generalizada. El actual estilo de los padres de conceder a los adolescentes un exceso de holganza, ha puesto en peligro la responsabilidad y la tendencia juvenil. Como producto de ello, los adolescentes actuales requieren cada vez más dosis de diversión; durante noches enteras se encuentran en continuas liberaciones, dando culto al ruido y con la única finalidad de beber para emborracharse y lo más rápidamente posible. 

Estas juergas adolescentes nocturnas expresan de manera abierta y desafiante las claras muestras de enfrentarse al mundo establecido por los adultos y de manera figurado a sus padres. 

Los adolescentes están viviendo un momento histórico, los años de la adolescencia se alargan y los de la juventud también. Este alargamiento trae una dependencia económica de los padres mas allá de lo que aconseja la experiencia. La consecuencia natural de esta situación es un agudo sentimiento de inferioridad en los adolescentes, que se manifiesta en la dificultad de encontrar el primer trabajo, en la de establecer una relación amorosa comprometida. 

El paso a la fase adulto se ve cada vez más lejano. La afición a las diversiones nocturnas de forma desmesurada no podemos entender como vitalismo juvenil, sino es una huida de la sociedad que se hace cada vez más caótico y crónico. Algo bien distinto y significativo son las distracciones aisladas, puntuales y que a todos nos deleitan. 

2. CONFLICTOS CON EL SUEÑO 

Los adolescentes enfrentan sus horas de sueño con el mismo nivel de conflicto que otros aspectos de su desarrollo. Sus cuerpos en rápido crecimiento les exigen dormir bien, al mismo tiempo que su forma de vida les mantiene ocupados y dinámicos cada hora del día. Después de las clases, quieren hacer deporte, acabar sus tareas escolares, ver la televisión, salir con sus amigos, hablar por teléfono, etc. 

La mayoría de los adolescentes necesitan un mínimo de 8 horas de sueño cada noche; sin embargo, no lo hacen. Cuando se enteran de que deben de dormir esa cantidad de horas, responden con un: “No hay problema, me quedo en la cama más tiempo, el fin de semana”. 

En realidad, los fines de semana se encuentran saturados de actividades con los amigos, necesariamente se acuestan tarde. Cuando duermen durante el día, su sueño es interrumpido por los ruidos habituales de la casa, la luminosidad del ambiente y el impulso fisiológico de estar despierto a esas horas. Por todo ello, el ciclo del sueño se transforma en un conflicto de desarrollo. 

Los adolescentes presentan muchas necesidades de sueño y cada uno desarrolla a su propio estilo. Algunos tienen el sueño muy liviano; otros muy pesado, algunos duermen la siesta, otros no la hacen nunca. Por ello hay una gran variedad en el número de horas que debe dormir o descansar, pero no se debe olvidar la necesidad de dormir sin interrupción. 

Lo adolescentes se quedan dormidos rápidamente en cuanto se meten en la cama y el hecho de poder dormir tranquila y hondamente, demuestra un estado sano y reconfortante a las preocupaciones y presiones que acontecen en la adolescencia. 

Cuando hay trastorno de sueño, manifiestan cansancio y sueño durante el día. El joven entonces necesita ayuda y la mejor manera de saber cuál es el problema y definir sus causas es realizar un registro de los eventos nocturnos que debe anotar con mucha meticulosidad durante al menos un par de semanas. 

Los motivo más frecuentes que originan los trastornos de sueño, son la presencia de estrés, ansiedad, depresión u otros problemas emocionales. El alcohol y las drogas dan origen también a numerosos problemas del sueño, las que necesariamente deben ser tratados clínicamente. 

3. CONDUCTAS RIESGOSAS 

Dice el psiquiatra Luis Rojas Marcos, “El ser humano nace con las semillas de la bondad, la racionalidad, la tolerancia y la comprensión, (…) pero también con las simientes del disparate, del odio, de la xenofobia y de la crueldad”.[1]

En la sociedad actual los adolescentes advierten conductas que se bifurcan esencialmente en dos variedades: Una de los comportamientos más alarmantes que desenvuelven los adolescentes son las perturbantes que colindan con la delincuencia y ésta avanza de manera acelerado como consecuencia de la situación sociopolítica de nuestra sociedad. Estas conductas lacerantes necesitan una reeducación a fin de recuperarlas y frenarlas su deterioro; y la otra es la tendencia hacer el bien a los demás. Se está viendo también como nunca antes la gran capacidad y madurez de tal cantidad de voluntarios en ayudas sociales; tantas organizaciones dedicadas a afines benéficos, tantos grupos ecologistas, colectivos religiosos, grupos políticos, etc., se están nutriendo de adolescentes que quieren dedicar parte importante de su tiempo al servicio de los demás. 

Son muy urgentes las medidas de prevención que se deben asumir en el marco de la familia y de la comunidad en que se mueven nuestros adolescentes para contrarrestar aquellas antisociales. Las fuentes de estos problemas se encuentran en: 
  • Turbulencia sociopolítica de nuestra sociedad, así como el rápido cambio sociocultural de los pueblos que crean para los adolescentes un medio social tan inestable donde la transición de la adolescencia es más difícil. 
  • Falta de coordinación entre el sistema educativo y el mundo del trabajo. 
  • La desestabilización de la familia como institución es uno de los cambios más profundos que atraviesa nuestra cultura. La separación, el divorcio, la pérdida de la vida familiar cotidiana, dificultades de comunicación de los padres entre sí y con sus hijos, y muchas otras alteraciones de la dinámica familiar; son pues consecuencias de la disfunción familiar y causas de la aparición de conductas de riesgo en los adolescentes. 
Es precisamente la familia donde debe tomarse la iniciativa de evitar o neutralizar las conductas de riesgo de los hijos adolescentes. Los padres están en condiciones, de dejar bien claro lo que se pretende de los hijos y las normas que regirán su actitud parental. 

Reglas practicas a tener en cuenta ante las demandas de los hijos: 
  • Recordar que asumir riesgos constituye rasgos importantes del desarrollo adolescente.
  • Asegurarse de que, tanto el padre como el hijo adolescente, posean información adecuada sobre el desarrollo adolescente. 
  • Adoptar un modelo de vida que se prefiera transmitir a los hijos. 
  • Comentar los riesgos de determinada acción que el hijo va a emprender, tratando de llegar a un acuerdo para que la experiencia a realizar resulte relativamente segura y fructífera. 
  • Negociar, intentando llegar a un compromiso o sugerir un riesgo alternativo para que el hijo acepte no asumir uno de otro tipo. 
  • No entrometerse en los posible, ya que el adolescente tiene que ser capaz de manejar sin ayuda la mayoría de riesgos, indicando que existen límites ante determinadas situaciones, impuestos por los padres. 
  • La meta final consiste en que el adolescente sepa dirigirse por sí y a sí mismo, manejando con autonomía su propia salud y su propia vida. 
4. LOS OBSTÁCULOS DE EDUCACIÓN 

Los principales obstáculos que complican el normal desarrollo de la adolescencia son: 
  • La sobreprotección 
  • El abandono de los padres 
  • El exceso de estimulación. 
  • La banalización de la experiencia en la que se ven envueltos. 
  • La oferta de un paraíso de ocio eterno. 
4.1. LA SOBREPROTECCIÓN: 

La sobreprotección es una actitud afectiva que tiene diversas causas sociales. Nuestros hijos en términos generales y según la mayoría de opiniones expertas, están sobreprotegidos. 

La sobreprotección conlleva consecuencias negativas en muchos aspectos de la vida de los adolescentes. Desde una mala educación alimenticia con conductas caprichosos de consumo, hasta los excesos habituales en las formas de ocupar el tiempo de ocio. Por ejemplo, la inseguridad sobre las reglas a seguir, favorece claramente al desarrollo de una dieta viciosa, de unos consumismos caprichosos y en una libertad desmedida. 

La sobreprotección en la infancia es un dramático punto de partida para la adolescencia, cuyas consecuencias más saltantes son: 
  • Retrasa el inicio de la adolescencia.
  • Acobarda al adolescente ya que llega mal entrenado por el hecho de que no conoce las propias limitaciones. 
  • Acentúa su dependencia respecto al entorno de amigos en el cual busca la sustitución de las sobreprotección familiar. 
  • Dificulta la llegada a la madurez autónoma que define la identidad sólida con que el adolescente debería llegar a la juventud. 
4.2. EL ABANDONO 

Contrariamente a la sobreprotección, el abandono es una desidia que los padres cometen frecuentemente al evitar el acompañamiento y comunicación con los hijos. 

Los adolescentes necesitan de sus padres que les proporcionen atención, apoyo y comprensión para afrontar normalmente su desarrollo conflictivo; pero, muchas veces, esa prestancia no la reciben. Con el argumento de las exigencias del trabajo u otros pretextos, los padres soslayan los reclamos de sus hijos, dando cabida a que el grupo y personas ajenas como los maestros y amigos lo hagan. Como resultado de esta desidia, los adolescentes desenvuelven su sexualidad muchas limitaciones y con informaciones generalmente equivocadas 

4.3. EL EXCESO DE ESTIMULACIÓN: 

El adolescente moderno está sumergido en la recepción de un exceso de estímulos particulares. Especialmente, de aquellos estímulos que llegan abundantemente por los canales de los medios de comunicación y los canales de la cultura popular de masas. Los estímulos que llegan por los canales de los medios de comunicación como: Tv. Radio, periódicos, Internet, etc., acarrean una serie de efectos subliminales de desviación y confusión sexual en los adolescentes, los mismos que son creados por las industria de diversión de carácter consumista. Ese exceso de estímulos, apaga el deseo. Y los adolescentes más estimulados de cualquier generación, son los más desmotivados. 

4.4. LA BANALIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA: 

Muchos padres con gran frecuencia ven con indiferencia la diversidad de experiencias que afrontan sus hijos adolescentes. Consideran algo insignificantes y superficial más al contrario, incitan hacer actividades vulgares. 

La adolescencia es una etapa trascendental de la vida, en donde cualquier experiencia es irrepetible aún cuando sean breves y sencillos. Pero, banalizar dichas experiencias, frustra la emotividad e inhibe el afecto. Cuanto mayor es la banalización de experiencias, menos sentimientos desarrollará el adolescente; por tanto, tendrá baja autoestima y su escala de valoración se anulará. 

4.5. EL PARAÍSO DEL OCIO: 

Se ha reemplazado el valor de la cultura del trabajo por el de una cultura del tiempo libre que se ha convertido como el camino de autorrealización. La diversión es la máxima aspiración de los adolescentes actuales. 

Los padres actuales han dispuesto también mayor tiempo libre para los hijos y en ella, los muchachos y las muchachas expresan la máxima felicidad y realización personal. Sin embargo, dicha expresión de realización personal en el ocio es temporal, y que deberá ser reemplazado con el camino de autorrealización a través del trabajo. 

5. ESTRATEGIAS DE AUTODEFENSA 

Los adolescentes adoptan muchas estrategias de defensa frente a diversas circunstancias de la vida y alguna de las estrategias preferidas son: 
  • Aislamiento afectivo: Apartándose del grupo de interés y demostrando una actitud pasiva, reducen las tensiones de necesidad y de ansiedad. Es decir, disminuyen sus propios intereses y se mantienen distantes desde el punto de vista afectivo. 
  • Negación de la realidad: Evaden los hechos desagradables de la vida negándose a verlos. Un adolescente puede escapar enfermando en época de exámenes. 
  • Refugio en la fantasía: Las soluciones fantásticas son mucho más brillantes que la desagradable realidad. El joven intenta compensar una realidad ambiental imposible de aceptar, creando una especie de mundo de fantasía en el que le gustaría vivir. 
  • Racionalización: Intento de justificar aquello que hacemos y aceptamos, las molestias que provocan los objetivos imposibles de alcanzar. La racionalización ayuda a reducir los desacuerdos cognoscitivos: cuando existe una discrepancia entre los pensamientos y las conductas, apareciendo un malestar psicológico. Este malestar persistirá hasta que los conocimientos y las conductas se armonicen. 
  • Pretexto por proyección: Para reconocer los sentimientos propios atribuyen a otras personas. Cualquier responsabilidad se quitan de encima buscando terceras personas (chivos expiatorios) y se protegen así de la ansiedad. 
  • Desplazamiento: Trasladan una emoción o un intento de acción desde la persona hacia la cual se dirige originalmente hasta otra persona u objeto. 
6. BÚSQUEDA DE LA INDEPENDENCIA 

Los adolescentes desean establecer una verdadera independencia respecto a los padres y no es cosa sencilla para ellos. Las motivaciones opuestas y las presiones externas en pro de la independencia y de la conservación de la dependencia son fuertes, por lo cual, producen conflictos y conductas vacilantes. 

El adolescente está tratando de ser adulto con toda seriedad, posee la estatura, el peso y muchas de las destrezas de un adulto. 

Pero para que se le reconozca el rango de adulto, tiene que adquirir las características psicológicas sobresalientes de este. 

La poderosa motivación que tiene el adolescente para conducirse independientemente y con autonomía proviene de dos fuentes: las presiones sociales y la identificación con la independencia de los modelos que son los adultos. En consecuencia, la independencia y la autonomía son dos de las más importantes características que deben ser alcanzados en esta etapa. Por eso, ellos se esfuerzan por conseguirlas que estas conductas formen parte de su propio repertorio, con la esperanza de que esto le garantice su posición de adulto. 

Las peculiaridades de esta etapa radican en que el adolescente lucha por ser una persona que reclama con vigor su autonomía e individualidad; esto por una parte y por la otra, se siente todavía profundamente dependiente de su cuadro familiar, de la estructura de la familia y de la personalidad de los padres. 

8. LOS PUNTOS DE FRICCIÓN 

El adolescente actúa y pasa con facilidad a la acción, con un sentimiento de superioridad y ansias de exteriorizar sus conflictos. Sin embargo, los resultados negativos de sus acciones les ocasionan cólera, violencia, repentinas fugas, conductas de riesgo, etc. Los adolescentes son por principio contestones y manifiestan su oposición a todo lo que implique autoridad. Estos contrastes se jerarquizan en las siguientes escalas: 
  • Sistema de valores: (ideológicos, sociales...) Es decir, basta que el padre tenga tal inclinación política para que el hijo manifieste otra contraria. 
  • El porvenir profesional: Cuando los padres se empeñan que prosigan alguna profesión que los padres prefieren o que ejercen, el hijo decide una futura actividad diametralmente opuesta. 
  • Las amistades: Los adolescentes entablas amistades que a menudo desagradan a los padres y casi nunca las ven adecuadas. Cuanto más radical es la observación, más férrea será la amistad. 
  • Regreso a casa: Cuando se les exige llegar temprano a casa y que en ella ayuden alguna labor, se rehusarán con más frecuencia. Cuanto más es la exigencia tanto más tardarán en llegar a casa, 

Desgraciadamente en el período en que los adolescentes han de ganar una mayor independencia, es cuando los padres ponen una mayor disciplina Una disciplina indiscriminada sobre cosas sin importancia, descuidando imponerse en situaciones que de verdad lo requieren. 

Muchos padres no tienen ninguna consideración a su hijo adolescente, porque no saben respetar su intimidad, ni sus juicios, ni su correspondencia, ni sus llamadas telefónicas. 

Anna Freud nos dice:“Admito que es normal para una adolescente tener durante largo tiempo un comportamiento incoherente e imprevisible.. de amar a sus padres y de odiarles, de rebelarse contra ellos y depender de los mismos. Estar profundamente avergonzado de su madre o de su padre delante de los otros y de forma inesperada desear hablarle con toda franqueza. Pienso que debe dejársele tiempo y libertad para encontrarse consigo mismo y su camino a menudo son los padres los que tienen necesidad de ayuda y consejos para soportarlo.”[2]

Por otro lado, el Dr. Cornellà , nos dice: “Creo que la adolescencia no debe deshacer la convivencia familiar. Debe significar su transformación. Padres e hijos tenemos que aprender a tratarnos como personas adultas. Con comprensión y respeto hacia las peculiaridades de cada uno.”[3]

Es cierto que solo se puede educar a los adolescentes si uno se reeduca a si mismo. Los adultos hemos olvidado nuestra juventud. Cuando queremos acordarnos solo surgen trozos sueltos de ella, así están escondidos los recuerdos en nuestro inconsciente y, en el momento en que entendemos a nuestro hijo adolescente, surge alegre este material que teníamos reprimido. 

9. EL DESCUBRIMIENTO DEL PROPIO YO 

En la adolescencia nace la intimidad, que es lo más interior que hay en una persona. Empieza por primera vez a mirar dentro de sí mismo. Al iniciar la adolescencia el descubrimiento del yo es un simple sentimiento. El adolescente empieza a experimentar algo dentro de sí mismo que no pertenece a nadie. Lo siente. Es un estado emotivo que le sorprende y lo desconcierta, pero que lo llena de satisfacción y de inquietud. 

Un poco más adelante se transforma en algo más consciente, que se da cuenta: es el descubrimiento de su propia intimidad, de su yo. Entonces descubre por primera vez muchísimas posibilidades que antes desconocía. Este proceso permitirá al adolescente a afirmarse en su propio yo, y autoafirmar su personalidad. 

Exteriormente, como producto de esa afirmación interior, se notan varios comportamientos: 

a. La Autoafirmación Total: Esta autoafirmación es necesaria para el buen desarrollo de la personalidad humana. Crece y se radicaliza ante algunas actitudes negativas de los adultos como la rigidez, la incomprensión, la autoridad arbitraria. Sin embargo, hay adolescentes que, aunque son comprendidos cariñosamente por sus padres, dirán que no lo son, por el afán de autoafirmarse. Algunas de las características más resaltantes son: 
  • Afán de contradicción. 
  • Deseo de ser admirado.
  • Búsqueda de emancipación del hogar. 
  • Rebeldía ante las normas establecidas. 
b. El Binomio de Autoafirmación-Inseguridad: Al descubrir su propio “yo” el adolescente conoce muchas de sus posibilidades. Esto le produce profundamente su autoafirmación. Sin embargo, llega a conocer sus limitaciones y esto debilita su seguridad personal, y le ocasiona sentimientos de duda y de inferioridad. 

La autoafirmación es como el motor que hace posible que de inicio y se mantenga el proceso del adolescente. 

La inseguridad es un estado crítico que le permite ganar en realismo y conocerse realmente como es. Le ayuda a reconocer sus fracasos y a aprender positivamente de ellos. 

Por tanto es importante que el adolescente por si mismo se enfrente a la vida. Si le evitamos sus pequeños fracasos, aumentaremos su inseguridad. Si no se le presta la ayuda suficiente, esperando que él solo los resuelva, también producirá en él la inseguridad 

Por tanto, la regla de oro ha de ser: Ayudar sólo en la medida en que sea necesario. Es una ayuda que no sustituye, sino que guía, informa y orienta, respetando su libertad personal. 

c. El Impulso de Lograr la Madurez: El adolescente, dentro de ese bullicio de sentimientos, de inseguridades, de su autoafirmación, siente un impulso que lo empuja hacia la madurez. Es lo que le lleva a no aferrarse a la cuerda que su padre le tiende desde la orilla primera del río. El siente algo que lo empuja a nadar, a cruzar el río. En medio de esos conflictos y desorientación, se inclina naturalmente por alcanzar la madurez, y se plantea tres objetivos: 
  • La conquista de la madurez entendida como personalidad responsable. 
  • El logro de su propia independencia: pensar, decidir y actuar con iniciativa personal. 
  • La realización de la cualidad de ser un yo mismo, de tener una existencia independiente y personal, de ser, en definitiva, persona. 
”El hombre es un solo ser, el cuerpo un solo órgano, la vida una sola función”[4]




[1] Luis Rojas Marcos, psiquiatra
[2] Anna Freud
[3] Dr. Cornellà
[4] José de Letamendi

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